En esta sección se recogen las principales cuestiones sobre las TICOs organizadas en áreas temáticas. Si desea conocer más al respecto puede dirigirse al formulario de consulta
Preguntas frecuentes
Faqs - Preguntas Frecuentes
General
Clínicos e investigadores han identificado ciertos patrones conductuales o síntomas que cuando aparecen con suficiente frecuencia e intensidad nos avisan de que puede existir una conducta de abuso, una falta de control de impulsos o una adiccion comportamental.
En base a tales síntomas se han construido algunos instrumentos de evaluación de la gravedad de la conducta que permiten el diagnóstico. A título de ejemplo, y sin que pueda servir como un método de diagnóstico, las siguientes conductas podrían resultar significativas en función de su evolución, frecuencia e intensidad.
- Ha abandonado actividades que le resultaban gratificantes para seguir jugando o chateando.
- Queda menos con sus amigos de siempre para realizar actividades diferentes a la de jugar con videojuegos
- Cuándo no puede utilizar el ordenador o la consola se muestra más disgustado, irritable o desagradable
- La mayoría de sus compras o regalos están relacionados con videojuegos, consola, ordenador…etc
- Al volver de clase lo primero que hace es utilizar las TICOs
- Ha tenido un bajón importante en sus calificaciones académicas, coincidiendo con un mayor uso de las TICOs
- Miente u oculta, las páginas de Internet en las que entra; la gente con la que se comunica; el tiempo que consume en videojuegos…etc
- Trasnocha por utilizar las TICOs
- Parece evadirse con las TICOs de algún tipo de problema o sentimiento negativo
- Se altera o ausenta intensamente mientras juega
- Se muestra triste y desanimado desde hace más de un mes sin motivo aparente cuando no puede utilizar las TICOs
- Les ha quitado dinero para comprar cosas relacionadas con las TICOs
- Desatiende sus obligaciones académicas, familiares o laborales por chatear ver páginas de Internet o jugar un rato más
- Afirma siempre que ha estado menos tiempo con las TICOs del realmente invertido
- No se atiene al tiempo de utilización acordado o que el mismo había previsto.
- No acepta límites de tiempo o pretende y discute que este sea indefinido
- Se altera mucho cuando intentan controlarle el tiempo de uso de las TICOs
Existe una creciente demanda formativa por parte de los colectivos de profesionales que trabajan con población infanto-juvenil, ya sea en entornos pedagógicos reglados (docentes y psicopedagogos), como en ámbitos más informales (monitores de calle, educadores, voluntariado…). Se precisa que los agentes sociales y educativos dispongan de materiales formativos rigurosos, basados en la evidencia científica sobre la naturaleza y etiología de las adicciones tecnológicas y a redes sociales.
Por otra parte, y como no podía ser de otra forma, madres y padres conscientes de la brecha digital existente entre ellos y sus hijos, solicitan formación en la prevención del abuso de las TICOs, consejo para identificarlo y asesoría para corregir conductas en caso que este se diera.
Prevenir, detectar precozmente y, en su caso, proveer de la asistencia necesaria a los afectados es responsabilidad ineludible de padres y enseñantes.
Los siguientes síntomas son indicativos de que puede existir un trastorno de control de impulsos o de adicción, y son aplicables a las conductas tecnológicas como jugar a video juegos, mantener contacto a través de redes sociales, “vivir” una vida en “second life” o a través de un avatar o persistir de forma abusiva en cualquier otra actividad online. Aunque todas estas conductas tienen sus propias peculiaridades, tienen en común que se realizan a través de las Tecnologías de la Información la Comunicación y el Ocio (TICOs), lo que entendemos por “estar conectado”.
- Incapacidad para autoregularse.
- Descuidar de las responsabilidades por seguir conectado.
- Persistir en la conducta a pesar de ser consciente de que acarrea consecuencias negativas.
- Sentirse mal (irritable, deprimido, incomodo, ansioso … ) cuando no puede conectarse. Esta sensación de malestar se ha comparado con el síndrome de abstinencia.
- Tolerancia. Aumento gradual de la frecuencia e intensidad.
- Empobrecimiento de otras actividades que resultaban placenteras.
- Cometer actos reprobables (mentir, robar, causar daño a terceros…) con el fin de poder mantener la conducta.
Las nuevas tecnologías (NNTT) no son en si mismas una adicción, sino un medio que facilita y potencia conductas adictivas que ya existían antes. Las NNTT favorecen la accesibilidad, reducen los costes, y conforme la tecnología avanza hacen más atractiva la conducta (más realista, más interactiva, más ubicua). De esta forma, conductas susceptibles de abuso o de adicción como el juego patológico, la adicción a las compras, la adicción al sexo, la dependencia emocional y social etc… son ahora más cómodas y accesibles , lo que aumenta el riesgo de que cada vez más gente las reproduzca y con mayor intensidad.
Especialmente preocupa que los menores puedan tener un acceso libre.
Terapia
Los resultados obtenidos en el tratamiento del juego patológico ha facilitado, por la similitud entre ambos trastornos, además de los protocolos de evaluación, los de tratamiento en el uso desadaptativo o adictivo de las tico,s. Dichos protocolos, poseen las siguientes características esenciales según Enrique Echeburúa (1999)
- Control de los estímulos vinculados a la adicción
- Exposición prolongada a los elementos suscitadores del ansia por la conducta adictiva.
- Solución de problemas específicos
- Creación de un nuevo estilo de vida.
- Prevención de recaídas
3.3. PROGRAMA DE TECNOEDUC@
Nuestro modelo de intervención, sin que plantee grandes diferencias, sí posee más amplias características:
- Intervención Motivacional. Dirigida a lograr la aceptación del trastorno y la motivación al cambio del afectado.
- Control inicial de Estímulos. Es decir reducción o evitación de aquellos elementos asociados a la compulsión.
- Entrenamiento en Técnicas de autocontrol. Relajación y detención del Pensamiento o autohipnosis despierta.
- Reestructuración cognitiva. Es decir modificación de los conceptos y valores que “justifican”, irracionalmente, la conducta problemática.
- Desensibilización imaginada. Técnica utilizable para aquellos menores que sienten un vínculo muy intenso y dificil de controlar.
- Exposición. Es decir exponerse gradualmente al uso de la tecnología, por ejemplo el ordenador evitando, la utilidad conflictiva, por ejemplo los video-juegos.
- Resolución de problemas y restablecimiento de la integración familiar, académico/laboral y social y otras que le permitan una vida responsable y autónoma. (Rehabilitación y reinserción)
- Resolución de otros trastornos, con aplicación de las Técnicas psicoterapéuticas específicas correspondientes.
- Prevención de recaídas.
Cuando tenemos dudas respecto al grado de adhesión del menor a las TICOs o cuando siendo conscientes de que es problemática no resultan efectiva nuestra intervención para corregirla. En ocasiones bastará con una sola sesión para orientarnos y decidir la pauta a seguir.
Será conveniente que acudan ambos padres, sin perjuicio de que el psicólogo recomiende la participación de otras personas de importancia en la existencia del problema: hermanos u otros familiares, profesor, ….etc.
- Es poco probable que el menor acuda a consulta por propia iniciativa, su participación aunque no imprescindible es importante, por ello les aconsejamos que antes de acudir al psicólogo tengan en cuenta que:
- Su colaboración como padres sí es imprescindible, por cuanto La información que nos faciliten será complementaria y en general más amplia que la proporcionada por el menor, sobre todo si este acude a “regañadientes” o es de corta edad.
- Como hemos visto, la conducta del menor depende en gran parte de la respuesta que los padres dan a la misma. Por ello la intervención terapéutica, de ser necesaria, será posible aunque el menor se negara a acudir a la consulta o a proseguir en la terapia.
- No hay que desesperar ante la negativa inicial del menor ni basar la visita al psicólogo en el uso de las tico,s. Por lo antes expuesto, es más efectivo apoyarnos en las consecuencias negativas evidenciables: suspensos, incumplimiento de horarios y de tareas..etc. ya que si no existen estas no existe el problema. Es más probable que acepte la ayuda si reconoce necesitarla: técnicas de estudio, habilidades sociales, técnicas de auto-control…etc. Nadie acude al psicólogo para perder y el menor estará más interesado en la consulta si responde a sus necesidades.
Desde que su hijo pregunta o se interesa por las TICOs hay que ocuparse de inclulcarle un uso saludable. No obstante en Tecnoeuc@ venimos atendiendo menores que han sobrepasado tal utilización provocando la alarma de sus padres que, frecuentemente, encuentran dificultad para establecer la importancia del problema y por tanto las medidas adecuadas.
Que el menor pase mucho tiempo con las TICOs no implica que padezca una adicción o trastorno, para poder diagnosticarlo adecuadamente es preciso que presente determinados síntomas. A continuación les mostraremos aquellos que han alcanzado un mayor consenso para diagnosticar una adicción en general.
Según Sánchez-Carbonell et al. (2008) para diagnosticar adicción es fundamental que existan consecuencias claramente perjudiciales como resultado de la actividad. La que suele suscitar la alarma de los padres, más frecuentemente, es el fracaso escolar. La reducción drástica e inusual del rendimiento académico del menor y por tanto la aparición de suspensos en coincidencia con otros síntomas, tales como:
a) Craving. Intenso deseo o impulso imposible de dominar.
b) Polarización o focalización atencional. La actividad se convierte en la más importante, al dominar pensamientos y sentimientos. La motivación es inexistente o mínima para cualquier otra actividad.
c) Modificación del estado de ánimo. Los video juegos, por ejemplo, sobre todo los que se juegan por Internet, producen sensaciones y emociones gratificantes. Una especie de abstracción observable por los padres, que saben lo difícil que resulta que el chico responda a la comunicación cuando esta jugando y que el vive como evasión gratificante.
d) Pérdida de control e impotencia. El usuario se conecta pese al intento de controlarlo y/o no puede detenerse una vez ha empezado. Se permanece muchas horas conectado y/o se pierde la noción del tiempo.
(Griffiths, 2005; Griffiths y Beranuy, 2009). Citados por Marta Beranuy y Xavier Carbonell, 2010.
- EL USO DESADAPTATIVO.
- Aunque diferenciables de la adicción el uso desadaptativo puede conllevar efectos intensamente perjudiciales para el menor influyendo negativamente, en su personalidad, estabilidad emocional e incluso en su integridad física y moral, tanto cuando son víctimas, como en el grooming, como cuando son autores.
- El contenido de los videojuegos, frecuentemente violentos y, en algunos casos, inmorales y transgresores. Las imágenes y utilización de determinadas páginas web o redes sociales. Los usos agresivos u ofensivos como el ciberacoso y el sexting, suelen ir acompañados de la ignorancia de los padres, lo que incrementa su potencial de riesgo. Es por ello que en Tecnoeduc@ ofrecemos información y orientación gratuita a aquellos padres, profesionales y enseñantes que, encontrando indicios de tales riesgos en los menores se encuentran en la dificultad de establecer su importancia.
- Para saber más.
INTECO Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación. Estudio sobre hábitos seguros en el uso de las TIC por niños y adolescentes y e-confianza de sus padres. OBSERVATORIO DE LA SEGURIDAD DE LA INFORMACIÓN (MARZO 2009) http://www.inteco.es/Seguridad/Observatorio/Estudios/Estudio_ninos
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El menor no acepta el problema y atribuye la actitud de los padres y los efectos negativos de las TICO,S a otros factores, tales como que sus padres tienen “comido el coco”; “el profesor le tiene manía”; que es normal, que sus amigos hacen los mismo…etc. Niega o reduce la importancia y nocividad de los efectos de la actividad con las TICOs, tachando de exagerados a sus padres, negándose a seguir sus planteamientos reductores y amenazando con respuestas drásticas, por ejemplo como hemos visto en algunos de los casos atendidos en Tecnoeduc@, la negativa a continuar estudiando. Esta negativa suele desorientar al familiar, provocando en él sentimientos de impotencia, inseguridad y angustia.
Frente a esta situación tendremos varias alternativas, todas ellas han dado resultado en nuestra práctica asistencial:1.a. Presentar al psicólogo como un mediador que facilitará la valoración objetiva y aclaratoria de la importancia del problema. Desde luego en ningún caso como “el brazo armado de los padres” que le va a quitar la adicción.
1.b. Plantear la cita al psicólogo como una oportunidad para resolver los problemas académicos del menor o el deterioro del clima familiar por la conflictividad imperante.
1.c. Facilitar al menor lecturas científico-divulgativas sobre el tema. Existen numerosos de libros y artículos de fácil comprensión, incluso en Internet, que pueden facilitar al menor la comprensión e importancia del problema.
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El menor acepta que tiene un problema pero se compromete a resolverlo sin ayuda, controlando el tiempo que dedica a la actividad, evitando determinados usos..etc. No quiere ni oír hablar del psicólogo pues no encuentra nada patológico en esta conducta. Los padres suelen creer a pies juntilla esta posibilidad y le conceden el margen de confianza solicitado. No pasa demasiado tiempo sin acabar descubriendo, en la mayoría de los casos, que solo ha sido una tregua ficticia que frecuentemente habrá servido para que se incrementen ocultaciones y mentiras.
En este supuesto recomendamos redactar un contrato que recoja, fielmente, el compromiso del menor, en cuanto a horarios de uso, utilización y accesos..etc. y el de los padres de permitir el uso de las TICOs. Tal contrato deberá contener una claúsula resolutoria, en cuanto a la aceptación del menor de acudir al psicólogo, si incumpliera el acuerdo.
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El menor acepta acudir al psicólogo para reducir la presión que sobre su conducta gravita o para recuperar la actividad prohibida tajantemente por sus padres, sin la menor motivación de cambio. Los padres experimentan cierta dualidad en esta etapa determinadas, por una parte por la esperanza de que todo empiece a mejorar. Por otra, por el temor de la lucha diaria si el psicólogo les recomienda unos niveles de intervención que incrementen la resistencia agresiva del menor.
De nuevo, insistimos, no hay que alarmarse. El psicólogo cognitivo conductual suma a su formación científica el trato humano, mediando entre ambas partes para reducir la tensión existente, proponiendo los objetivos y facilitando las técnicas y estrategias necesarias para alcanzar la solución deseada.
El modelo terapéutico y de intervención en las adicciones en general que ha resultado más eficaz es el denominado cognitivo-conductual.
Dicho modelo plantea la recuperación del afectado en base a dos aspectos esenciales: la modificación de sus conceptos y valores y el cambio de conducta basado en los principios de la psicología del aprendizaje.
Los conceptos y valores se encuentran en la base de nuestro comportamiento, de estar este determinado por las situaciones, todos responderíamos igual ante la misma circunstancia. Como es obvio damos diferentes respuestas en la medida que percibimos y valoramos la situación de manera distinta a otros. Así, por ejemplo, una menor puede considerar una especie de mérito, para su autovaloración, una cita a ciegas con alguien que parece algo mayor que ella, sin ser consciente del riesgo que esto supone. Solo modificando tal concepto se podría eliminar esta arriesgada conducta. Este cambio se complica cuando se trata de una adicción ya que, en esta, las sensaciones y emociones dominan la capacidad de razonar, de modo que el afectado responde, compulsivamente, a los estímulos asociados a dicha conducta. Para un adicto a los videojuegos resultará prácticamente imposible utilizar el ordenador sin sentir un impulso irrefrenable de jugar y lo justificará con planteamientos absurdos.
¿Cómo es posible que alguien en su sano juicio actúe de este modo? La respuesta se encuentra en el denominado reflejo condicionado y este a su vez en la base de gran parte de nuestro aprendizaje. Aprendemos en función de las consecuencias, -de las nuestras o de las que observamos en otros-, pero no siempre de manera elegida y consciente. Así, por ejemplo, si a causa de un virus una comida nos sienta mal, la aborrecemos aunque no sea la responsable objetiva de nuestro malestar. Personas inteligentes saben que el medio más seguro de viajar es el avión y en cambio no pueden controlar su pánico al utilizarlo. Las emociones y sensaciones que vivimos nos condicionan, también, vinculándonos a determinados comportamientos. Las luces de la máquina tragaperras, la excitación del jugador mientras espera el premio, la euforia cuando lo consigue…etc., mantendrán su conducta, que justificará de docenas de modos distintos. Como el joven jugador de videojuegos.
Prevención
Los programas considerados eficaces deben contar con transmisión de información, entrenamiento en habilidades sociales y entrenamiento en habilidades y competencias personales, transmitiéndose éstas a través de metodologías activas y participativas y de forma continuada en el tiempo.
Cualquier herramienta software (aplicaciones, programas, etc.) que permita a los padres controlar y/o limitar el contenido que un menor puede utilizar en el ordenador o smartphone con capacidad para bloquear, filtrar o restringir accesos a determinada información no apta para menores
La prevención es cosa de todos. Debe comenzar en la familia a través de los padres y extenderse a la escuela, involucrando a profesores y técnicos y siendo vertebrada por instituciones y organismos públicos o privados.
Sí, las normas marcan la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal. Los menores adquieren referencias que les servirán de entrenamiento para la vida adulta. Se diferenciará lo válido de lo no válido y se construirá una escala de valores. Además, ayudan a la convivencia y fomentan valores como el respeto hacia los demás y uno mismo.
Videojuegos
La primera medida a tomar es revisar el Código PEGI, que cataloga los juegos según edades, ahí tendrás la primera referencia. Busca el juego en Internet, visiona alguna escena y decide si corresponde a los valores que intentas trasmitir a tu hijo.
Siempre es más recomendable que el ordenador o la video consola estén ubicadas en el salón o en un lugar común para que podáis estar un poco al tanto del uso que hace y de cómo lo hace, y sobre todo para que podáis jugar con ellos un rato y compartir esos momentos de ocio con ellos.