adicción

"Un día tuve que llamar a mis hijos varias veces para cenar. Estaban los dos con el móvil y no me hacían caso así que les quité el móvil y lo tiré por la ventana. Al principio protestaron mucho, te puedes imaginar, pero ahora cada vez que les llamo para cenar sueltan el móvil echando chispas, porque ya les he dicho que lo volvería a hacer". Esta anécdota que cuenta una madre taxista refleja seguramente las sensaciones de muchos padres con hijos adolescentes 'enganchados' a la pantalla.

Pero, ¿existe realmente la adicción a las nuevas tecnologías? ¿Dónde está el límite de un uso abusivo y una patología? ¿A qué edad deberían tener móvil nuestros hijos? ¿Hay que ponerles un límite de horas? ¿Le regalamos la tablet que piden para la Primera Comunión? ¿A partir de cuándo deberíamos buscar ayuda profesional? Dudas de padres para las que la ciencia trata de dar respuestas, casi siempre a un ritmo más lento que el de la realidad.

Uno de cada tres españoles se lo lleva al baño, la mitad come con él al lado y ni siquiera lo apaga para dormir. El smarthpone se ha convertido en un elemento imprescindible de la vida diaria de cualquier individuo, tanto que los psicólogos comienzan a alertar del nivel de dependencia de estos aparatos.

Los adolescentes españoles y rumanos están a la cabeza de Europa en adicción o riesgo de adicción a Internet. Lo dice un estudio elaborado por la organización "Prótegeles" y la Comisión Europea, a partir de más de 13.000 entrevistas a jóvenes de 14 a 17 años. En España, el 21 por ciento de los adolescentes estaría en riesgo de desarrollar esta adicción.

Los psicólogos australianos consideran que la adicción a internet en niños y adolescentes es una enfermedad mental y como tal la incluirán en la edición de 2013 de su lista de trastornos mentales. A esta iniciativa se sumarán en mayo del año próximo los especialistas de Estados Unidos que darán reseña de ella en la Enciclopedia Internacional de Psiquiatría.

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