El suicidio de otro joven que sufría acoso por internet recrudece el debate sobre el uso de las redes sociales

Esquela del fallecimiento de Tim Ribberink

El suicidio el pasado jueves 1 de noviembre del joven holandés de 20 años, Tim Ribberink, tras sufrir durante años acoso por internet reabre con toda su crudeza el debate sobre el uso de las redes sociales.

A la gravedad del hecho en sí, se suma el que la policía holandesa no va a investigar de quién procedían los mensajes humillantes para el joven, pronunciados falsamente en su nombre por desconocidos. La policía alega que al no haber denuncia previa del joven de esta situación, la denuncia actual por parte de lo padres, no sirve para iniciar la investigación.

Y es que el joven Tim no había dicho nada a sus padres hasta la última semana, y mientras asimilaban la noticia y veían la forma de ayudarle, sobrevino el trágico suceso. Los padres han publicado la desgarradora nota de despedida de su hijo: “Queridos papá y mamá, toda la vida me han ridiculizado, traicionado, acosado y rechazado. Vosotros sois fantásticos. Espero que no os enfadéis. Hasta la vista. Tim”.

En esta ocasión el método utilizado en el “ciberbullyng” estaba relacionado con la suplantación de identidad. Desconocidos colgaban en internet mensajes en su nombre denigrantes y humillantes para la persona de Tim. En una ocasión le hicieron opinar de manera despectiva sobre la heladería donde trabajaba. En otra, escribían en primera persona “soy un perdedor y un homosexual”.

Este el cuarto caso de suicido por causas semejantes desde octubre. Al de Tim se suman el del pasado 10 de octubre de la canadiense Amanda Todd, del que sigue todavía en internet el vídeo donde explica su historia por medio de unas cuartillas. También ese mismo día un chico francés de 18 años se quitó la vida, le estaban reclamando 200 euros para no mostrar un vídeo en el que aparecía desnudo. Se había relacionado en Chatroulette, un sitio que conecta webcams al azar. El tercer caso es el suicidio de una joven de Nueva York de 15 años, que se arrojó a las vías del tren, por no soportar el acoso en torno a un vídeo de carácter sexual obtenido sin su permiso.

Para más información, puede leer la noticia completa publicada por El País, Tim Ribberink.

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